Este año las vacaciones de semana santa han sido un poco especiales. Lo habitual es que aprovechemos esos cuatro o cinco días para irnos de viaje, vamos, como la mayoría. Sin embargo esta vez hemos decidido quedarnos en casa y hacer rutas. Una cada día. No te voy a mentir, hubiera preferido irme, estar cuatro o cinco días fuera de casa, pero en ocasiones, las circunstancias mandan y oye, lo importante es pasarlo bien y disfrutar en familia.
Una de las rutas que hicimos tuvo como destino Chelva. En realidad son dos rutas, la del acueducto romano y la ruta del agua; pero son cortitas y pueden hacerse, al menos en su versión reducida, en el mismo día.
Chelva es un pueblo del Alto Turia, situado como a una hora, al noroeste de Valencia, al norte de Requena. Cuando llegamos, nos asombró que hubiera tantísima gente, no lo esperábamos, la verdad; pero si buscas un poco en google, verás que es un destino bastante turístico e ideal para excursiones en familia.
Una de sus rutas más conocidas es la del acueducto romano, de Peña Cortada. Aún se conserva un tramo espectacular de su puente de arcos y de sus túneles escavados en la montaña. La excursión empieza en una especie de explanada que sirve de parking aunque en realidad la puedes empezar en el mismo pueblo. A nosotros nos vino genial llevar en el coche las mesas y las sillas de camping porque, como no somos muy madrugadores, nos pilló la hora de comer, así que hicimos nuestro picnic a la sombrita y luego subimos mucho más ligeros.
Porque sí, hay que subir. El camino es un poco escarpado al principio pero nada que no puedas hacer con niños pequeños. Debes tener cuidado en algunos tramos, en los que la senda es estrecha y tienes acantilado a un lado, pero yo no lo vi peligroso para nada. Como siempre, precaución y poco más.
Una de las rutas que hicimos tuvo como destino Chelva. En realidad son dos rutas, la del acueducto romano y la ruta del agua; pero son cortitas y pueden hacerse, al menos en su versión reducida, en el mismo día.
Chelva es un pueblo del Alto Turia, situado como a una hora, al noroeste de Valencia, al norte de Requena. Cuando llegamos, nos asombró que hubiera tantísima gente, no lo esperábamos, la verdad; pero si buscas un poco en google, verás que es un destino bastante turístico e ideal para excursiones en familia.
Una de sus rutas más conocidas es la del acueducto romano, de Peña Cortada. Aún se conserva un tramo espectacular de su puente de arcos y de sus túneles escavados en la montaña. La excursión empieza en una especie de explanada que sirve de parking aunque en realidad la puedes empezar en el mismo pueblo. A nosotros nos vino genial llevar en el coche las mesas y las sillas de camping porque, como no somos muy madrugadores, nos pilló la hora de comer, así que hicimos nuestro picnic a la sombrita y luego subimos mucho más ligeros.
Porque sí, hay que subir. El camino es un poco escarpado al principio pero nada que no puedas hacer con niños pequeños. Debes tener cuidado en algunos tramos, en los que la senda es estrecha y tienes acantilado a un lado, pero yo no lo vi peligroso para nada. Como siempre, precaución y poco más.
Lo espectacular del acueducto es que lo puedes atravesar y ahí sí has de tener cuidado con los niños, porque como ves, la vía es estrecha, de apenas un metro y la caída es importante a ambos lados. De hecho, si sopla el viento un poco fuerte, te da algo de "yuyu" jejej.
Después tienes la Peña Cortada, que como ves, es impresionante y varios túneles que atraviesan la montaña.
Las vistas son imponentes y aunque puedes hacer la ruta circular y terminar en Calle, nosotros dimos marcha atrás cuando los exploradores más pequeños empezaron a reclamar el río con más vehemencia de la que estábamos dispuestos a soportar.
Por cierto, como ves, llevábamos gorra, protección solar y manga corta en Abril. Si vas en verano, prepárate para el calor.
La ruta del agua tampoco es larga y nosotros la empezamos en el merendero que está justo al lado del río. Hay un bar, un parque y mesas para comer.
El río baja limpito y requetefrío como todo río que se precie.... y quién se bañó en pleno Abril, en las aguas del rio Chelva????
De más está decirte que la gente que pasaba no daba crédito. Pensarían que, o eran extraterrestres o su madre estaba loca, que también jejej. Pero ellos se lo pasaron en grande, tirándose desde el muro y buceando y eso es lo que realmente importa.
Como somos unos desesperados, nos bañamos donde primero nos pareció, pero en realidad la zona de baño llamada " la playita", está un poco más arriba. Bueno, yo no me bañé ehhh!!!! Yo soy caribeña y si el agua no está a 27 grados me congelo....
Uno de los tramos más interesantes de la ruta es este túnel. Aunque desde la entrada ves la salida al otro lado, hay un momento en el que hace una curva y no ves nada de nada. Se estrecha y baja bastante por lo que te recomiendo que lleves linterna si no quieres dejarte un trozo de frente en la roca ( como nos pasó....).Además, a los niños les encanta y casi te diría que es lo más divertido de toda la excursión. Sobre todo si te pasa como a nosotros, que los mini explotadores se mandaron a correr y nos dejaron a oscuras...Por poco me entra el terele... Menos mal que me pegué a uno que llevaba linterna en el móvil, que si no, aún estoy allí sin moverme. Ni se te ocurra meterte ahí si eres claustrofóbico.
Nosotros no fuimos mucho más allá del túnel, así que no puedo contarte más. Aunque juraría que nos dijeron que había algo, una fuente, o un molino.... uff tengo memoria de pez....
Y hasta aquí nuestra historia en Chelva. Pasamos un día entretenido y variado que sin duda recomiendo para una excursión en familia.
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