LISBOA

Una vez al año nos vamos de viaje de amigas. Solo una vez al año y lo esperamos como quien espera la lotería de navidad. Es solo un fin de semana que a priori puede parecer poco, pero nos da la vida, eso te lo puedo asegurar.

Esta vez ha tocado Lisboa. No puedo decir que conociera gran cosa sobre esta ciudad, pero todas las referencias eran buenas así que como destino, nos pareció perfecto. Aunque si te soy sincera, cualquier destino es perfecto para viajar. Cerca o lejos, da igual. Lo importante es plantearte el viaje como una pequeña burbuja, donde los problemas del día a día, la rutina y el estress quedan fuera desde que cierras la puerta de casa.

Lisboa es una ciudad antigua y un poco descascarada pero tiene un encanto especial. Tal vez son sus cuestas, los fachadas de colores, sus tranvías renqueantes o las aguas azules del Tajo pero tuve la sensación de que podía quedarme a vivir allí. También es cierto que eso me ha pasado muchas veces así que si un día decido escapar, no sabría decirte ahora mismo qué dirección tomaría.

Voy a darte unas pequeñas pinceladas de lo que ha sido este viaje de 3 días aunque no pretendo hacer de esta entada una guía. Si googleas un poco encontrarás un montón de blogs mejor documentados, pero si nuestra experiencia te ayuda, estaré encantada.

Nos alojamos en un apartamento de Airbnb a unos 7 minutos andando del centro histórico. Aunque no fue intencionado, estaba ubicado en una zona plana, algo que agradeces mucho cuando has estado caminado todo el día. En nuestro viaje anterior nos alojamos en hotel, pero el hecho de estar todas juntas hace la experiencia mucho más agradable.

Para el primer día reservamos un tour gratuito con la compañía White Umbrella. Dos horas de paseo por la zona de la Baixa, desde Plaza del Comercio, pasando por el barrio Chiado y con subida al elevador Santa Justa. Una gran oportunidad para conocer la historia de la ciudad y recibir consejos sobre cómo moverte. Sin dudas, muy recomendable.

 De la Plaza del Comercio parten todas los paseos por la ciudad. Es la referencia para cualquier ruta por el casco histórico. Hay una oficina de turismo en la misma plaza.




Lisboa está asentada sobre 7 colinas, por lo que es una ciudad con bastantes pendientes. La Baixa es la zona plana del centro histórico que va de Plaza del Comercio hasta el Rossio.




Uno de los medios de transportes lisboetas son los elevadores. Forman parte del transporte público y te permiten tomar atajos evitando las cuestas. Al fondo de esta foto se ve el elevador Santa Justa.

Plaza del Rossio

Esta ciudad es famosa por su industria de conservas de pescado. Por todos lados  hay tiendas donde te venden todo tipo de pescado y patés en latas con estética vintage. En esta tienda le ponen tu fecha de nacimiento a la lata de sardinas. Curioso, no?

Si hay colinas, por fuerza tiene que haber miradores y Lisboa está llena de ellos. Este es el del elevador Santa Justa y su mirador.

Al fondo, el castillo de San Jorge.




Una de mis amigas dice que sus viajes son sobre todo culinarios. Yo siempre he sido más de bocadillo y pateo, pero no puedo negar el placer de sentarte, al final del día, con una buena copa de vino y un plato sabroso. Sin duda, el viaje se disfruta mucho más. La primera noche comimos en el mercado Da Ribeira, un espacio con puestos de comida variada y una zona central para comer. ¡Estaba todo buenísimo!

 El famoso tranvía 28 te da un buen paseo por el barrio de Alfama y Mouraria. Suele ir bastante lleno, sobre todo en las horas centrales y traquetea como si se fuera a partir por la mitad.
 El mirador de Santa Lucía es uno de los más bonitos.

Los callejones de Lisboa recuerdan a ciudades españolas como Granada. El placer está en callejear sin rumbo mientras buscas un sitio agradable donde sentarte a comer, merendar o sencillamente, beber algo.



 Este es otro de los elevadores, Da Gloria, que va desde la plaza de los Restauradores hasta el mirador de San Pedro de Alcántara.






 Según los lisboetas, esta es la librería más antigua del mundo. Está en el barrio de Chiado, el conocido como barrio literario.

Amanecer desde nuestro apartamento.
 En esta ciudad hay cuestas impresionantes. Esta en concreto la sube el elevador Da Bica, que no sé por qué, un domingo a las 9 de la mañana, estaba fuera de servicio.

 El monasterio los Jerónimos es Patrimonio Mundial de la Unesco. Tiene un claustro precioso y aunque en las guías de viajes ponga que los domingos son gratis, la entrada cuesta 10€, en domingo....


La Torre de Belén ( que no el portal jeje) está muy cerquita del monasterio y también es Patrimonio Mundial de la Unesco. El tranvía 15 te lleva desde Plaza del Comercio hasta el mismo Monasterio.

¿Qué más podría interesarte sobre nuestro viaje a Lisboa? Pues para movernos por la ciudad compramos la tarjeta Lisboa Viva, que cuesta 6,50€ y te sirve para todo transporte público incluyendo los elevadores. Dura 24 horas, la compras en las estaciones de metro y no la puedes compartir. Debes comprar una para cada viajero. A diferencia de la Lisboa Card, que cuesta 19 euros, no tiene descuento para entradas en museos y monumentos.

No solo hay locales de Fado en Alfama. En la zona de Barrio Alto también los tienes. Nosotros cenamos el sábado en un restaurante pequeño donde cantaban fados durante toda la noche. Si te soy sincera, no quedamos muy conformes con la cena, pero como experiencia no estuvo mal.

Qué más? Qué más?.... como curiosidad debes saber que el concepto de tapas, en plan "pides un quinto y te regalan unos cacaos" no existe. Si te ponen algo en la mesa, lo cobran. Nosotras íbamos prevenidas aunque ni se nos ocurrió rechazar los quesitos, panes, patés y olivas que nos ponían nada más sentarnos a la mesa. ¡Estaban buenísimos y nosotras somos de buen comer!

Nada más, solo te queda ir y disfrutar. ¡Buen viaje!







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