LOS LAGOS DE QUESA

Llevo tiempo queriendo escribir sobre nuestros viajes, rutas y paseos con los niños. Más que escribir, lo que me apetece es compartir las fotos que hago, porque lo mío son las fotos, no las palabras; pero un día por otro, el tiempo pasa y lo voy dejando estar. Ya sabes que en la rutina diaria es complicado colar un huequito para nuestros hobbies.

Sin embargo, aquí estoy: dispuesta a empezar la aventura de compartir contigo los viajes, escapadas y rutas que hacemos en familia; porque sinceramente, con tantos y tantos lugares preciosos que tenemos a nuestro alrededor, en un país tan bonito como es España, quién quiere quedarse un fin de semana en la ciudad?

Así que empecemos por la última ruta que hicimos: Un paseo por los lagos de Quesa, unas charcas naturales en la margen de Rio Grande, a su paso por Quesa. No te voy a aburrir con los detalles de kilómetros, carreteras y demás, porque para eso tenemos al Sr Google. Solo te diré que está a una hora y poquísimo de Valencia hacia el sur, a una peliculita corta de DVD o a un cd y poco de música chuli...





Bonito, verdad? Aguas verdes, transparentes y muy limpias que invitan a bañarse, si no piensas en lo fría que está.





La ruta es muy fácil y no muy larga. No te sé decir cuántos kilómetros hicimos pero no llegaría a cuatro. Se puede hacer con niños perfectamente, teniendo el cuidado y la precaución lógicas. Si tienes una cabrita como yo, un niño que salta, corre, trepa.... deberás tener cuidado en algunas zonas de acantilado, pero la senda es ancha, y nada escabrosa.




No siempre tenemos la suerte de ver tanto verde cerca de Valencia. Vivimos en una zona bastante amarronada; pero como ves, el camino es muy verde y los árboles son muy frondosos, así que la temperatura es bastante agradable, al menos en esta época del año.

Y no, no hicimos fuego.... no salió ni una chispita...





¿ A quién no le gusta comer en plena naturaleza? En la margen del río hay explanadas anchas para picnic, siesta y carreras infantiles. No sé tú, pero yo necesito zonas amplias donde soltar a mis fierecillas para que saquen toda esa energía acumulada durante la semana.




Te dije que el agua era transparente, verdad?





Si hay agua solo podemos hacer dos cosas: tirar piedras y bañarnos. No falla. Da igual que haga frío, que no sea época, da igual.  Nos bañamos.... Qué está fría? Nos bañamos... ya temblaremos después.... Así que no es mala idea que lleves una muda de repuesto o unas toallas. Porque el agua no estaba tan fría como esperaba, pero como para secarnos al sol, tampoco estaba el día.

También te digo que, al parecer, había más agua que en otras épocas del año. Un señor nos dijo que tiempo atrás todo estaba seco y teniendo en cuenta el poco caudal de esta zona, es muy posible que si vienes en verano, te lo encuentres diferente; pero bueno, yo solo puedo prometerte que estas fotos reflejan la realidad de principios de abril, ni montajes, ni demasiada edición, que sé lo que pasa a veces... ves una foto maravillosa, con una lago precioso y luego llegas y todo parecido con la realidad es pura coincidencia.




La ruta no es circular, vas y vuelves por el mimo camino, pero nosotros preferimos seguir el cauce del río y llegamos el mismo punto de partida. Es mucho más entretenido que volver por el mismo sitio.

Y hasta aquí hemos llegado. Es una ruta fantástica para hacer en semana santa, o un domingo cualquiera. Con niños, con perros, hasta con abuela, como nosotros. No hay excusas para pasar un buen día al aire libre.





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