Hoy voy a hacer trampa. Voy a enseñarte fotos viejas. Shhhhh, pero si no lo cuentas, nadie se enterará, estamos casi igualitos que hace un par de años jejejej. El caso es que tengo varias carpetas de viajes guardadas en el cajón y año tras año me ha vencido la pereza. Ni siquiera me he hecho los álbumes de fotos que me hago siempre por vacaciones, así que imagínate. Por lo que he pensado, que ahora que seguro estarás preparando la escapada reina, no vendría mal que desempolvara alguno de los viajes que hemos hecho en familia en los últimos años. Bah!, y para qué te voy a engañar? Me apetece colgar en este espacio mis fotos de viajes, por antiguas que sean, total, lo lugares seguro que serán hoy exactamente igual que ayer.

No es un secreto para nadie que me apasiona viajar. Es uno de mis hobbies principales, si no el principal. Una de las razones por las que hace ya mucho años decidí salir de mi pequeña jaula de agua. Quería viajar, conocer mundo, sentir la emoción de ver lugares por primera vez y eso en el país en que la nací, por desgracia, no hubiera podido hacerlo. 

Mis viajes siempre han sido de quemar suela. Nos levantábamos a las ocho y nos acostábamos extenuados a las 10, sin haber pasado por la siesta. Menudo sacrilegio hubiera sido!!! Hemos viajado en plan modesto, albergues juveniles, comidas de bocata y alguna que otra cena o comida en el sitio en cuestión, porque lo  culinario también tiene que ser parte de la experiencia viajera. 

Cuando me quedé embarazada lo primero que me dijeron era que ese tipo de viaje se me había acabado. Con los niños tocaba asentarse, hotelito, camping, vamos, la típica semanita de playa y hamaca. Si yo tengo que invertir mis vacaciones en eso me da un mal, eso te lo aseguro ( aunque bueno, te voy a ser sincera, este año tenemos una semana entera en ese plan, ya veremos si no termino de los pelos). Evidentemente no podíamos meternos 6 horas en un museo con los niños, ni podíamos recorrer ciudades durante todo el día porque a ellos, de verdad de verdad, que no les interesa y por mucho que intentes fomentarle el gusto por los viajes culturales, se dedicarán más a tocarte las narices que a dejarte disfrutar. Está en su naturaleza, no nos engañemos y se aburren, mucho, si van en ese plan. 

Eso no significa que no puedas viajar con ellos, solo que tienes que establecer un equilibrio entre sus intereses y los tuyos si no quieres que las vacaciones se conviertan en una tortura para toda la familia. Ni largas caminatas por la ciudad, ni muchos museos, algo de baño, parque, para que se lo pasen bien y jueguen con otros niños y así todos contentos, o casi…. jejejej que aquí no hay fórmulas mágicas.

Lo que te traigo hoy es nuestro viaje por la costa brava ( 2014). Nos hospedamos en un hostalito de Blanes, que tenía una piscina y una sala de juegos electrónicos. ¡¡Combinación perfecta!! Cinco noches en régimen de solo alojamiento costaba, por aquel entonces, sobre los 500 euros.  También tenía playa, aunque no llegamos a pisarla porque nos pasamos los 6 días fuera ( excepto el último que no salimos de la piscina, por aquello del equilibrio, recuerdas ? jejej).

 Toda esa zona está llena de pueblos medievales preciosos, tanto de interior como costeros. Si pones en google "los mejores pueblos medievales", te saldrán varios, tanto si la lista es española, europea, como mundial. Cataluña es preciosa, como toda España, qué suerte tenemos!!!.

 Si hacemos ruteo por pueblos, tenemos que estar preparados para caminar, sobre todo, por calles estrechas y empinadas y mientras más antiguos, posiblemente más estrechas, más empinadas y más mágicas. Eso sí, llevar carro puede ser una tortura. 

El gancho en cualquiera de estos pueblos son las tiendas de juguetes de madera. Espadas, cascos, escudos, yelmos… si tienes niños, querrán todo. Como yo soy de las que se compran cacharros allí donde va, a mis hijos los complazco bastante. Por otro lado es la motivación perfecta para caminar un poco más. La promesa del regalo es como la promesa del chupa chups, casi siempre funciona.

Comer, se come fenomenal en cualquier sitio, aunque nosotros somos mucho de bocata mochilero para no perder mucho tiempo. Buscamos un sitio chulo donde hacer picnic, comemos y les dejamos corretear un rato. A nosotros nos funciona y los niños cargan las pilas para caminar un poco más.

Primero, algunas fotitos de Blanes...




Tossa de Mar es un pueblo costero muy turístico pero con un casco histórico precioso. Eso sí, nunca pensé que el agua estuviera tan fría en la zona. Oiga que no es el Cantábrico pero casi casi ufff!!










Besalú está considerado como uno de los pueblos medievales más bonitos de Europa. Sale en todas las listas y la verdad, lo merece. Es como perderte en un trocito de historia. 










Castelfollit de la Roca, es otro que está en todas las listas. No tiene nada de especial el pueblo en sí, pero la vista del pueblo sobre la roca es impresionante.




Pals, otro de los pueblos medievales bonitos, bonitos. Está lleno de tiendecitas preciosas.Yo, que soy una caprichosa, compraría de todo en todas. Pero lo que sí no puedes dejar de probar son sus embutidos ummmmm. ¡¡Eso sí es fuet y no lo que venden en el mercado, señores!!!








Para pueblo marinero, Cadaqués. ¡Una morería! Todo blanquito, con sus cuestecitas que van a parar al mar, ¡ Me encanta! Si hay algo que me gusta son esos pueblos o ciudades en los que te paras en una de sus calles y ves, allá abajo, el mar azul. 










El Cap de Creus está muy cerquita ( la casa de Dalí también, pero no fuimos) y es una zona preciosa. No te lo pierdas. El faro, los acantilados.... las vistas son fantásticas y los mosquitos tienen tamaño de CABALLO y salen a comerte al anochecer!!! Así que si puedes evitar esa hora, mejor. Aunque la verdad, el anochecer es tan bonito en esa zona, que casi mejor te aconsejo que vayas bañada en repelente, pero que no te lo pierdas.










A la vuelta visitamos el monasterio de Santa María de Montserrat, que está en la comarca de Bagés, provincia de Barcelona. Para subir, has de usar el tren cremallera que a los niños le entusiasma bastante y que realiza un bonito recorrido por la montaña. Si vas, no te pierdas la excursión hasta la Cruz. Las vistas son fantásticas.





Y esto sido todo!! Fotos tienes para aburrir jejeje pero ya no podía quitar más. Además, mientras más azúcar más dulce no?? 


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