ANDORRA CON NIÑOS: De rutas

Si hay una zona de España que me gusta para viajar en vacaciones, son los Pirineos. Tanto verde, tanto monte, todo ese aire puro, los convierte en uno de mis destinos favoritos para el verano. Llevamos tres años visitando los pirineos con los niños en Agosto y no nos cansamos. Primero fue la zona de Benasque, Huesca. Luego estuvimos en el Valle de Arán y esta  vez en Andorra (sí, ya sé  que no es España... no me he vuelto loca aún jeje). Vamos sobre todo a caminar, a hacer rutas. Los niños, aunque protestan lo suyo, no te voy a mentir, aguantan caminatas largas así que nos atrevemos con rutas largas y sencillas y con otras más complicadas, que nos suelen tomar todo el día.

Sin embargo esta vez hicimos pocas rutas. Mis pequeños viajeros no estaban por la labor de caminar y la verdad es que nos atraían mucho los parques de aventuras de Andorra.  Visitamos tres, Naturlandia, Vall Nord y Canillo, además de Caldea y les dedicaré una entrada solo para ellos, para contarte todo lo que puedes hacer, las actividades, los precios y nuestras impresiones.

Lo primero que debo decir es que Andorra me pareció algo cara, por no decir bastante. Acostumbrada por  ejemplo a que un café me cueste 1,10€, llegué a pagar hasta 2,10€ por un café solo, así que imagina por dónde van los tiros. Lo de que en Andorra se compra más barato casi que es leyenda urbana. Sinceramente te digo que pisé pocas tiendas, porque no era el objetivo de mi viaje pero así por encima, todo me pareció más o menos igual que por aquí. Eso sí, la gasolina costaba  30 céntimos menos. En los super mercados todo es un poco más caro, no es  que la diferencia  sea abismal, no es Oslo, pero vamos, que lo notas.

Como es de suponer, Andorra está volcada al turismo de invierno y lo que nos sorprendió es que también está volcada al ciclismo. Si te gusta la bici, aquel es tu reino.y está lleno de ciclista de montaña, descensos, carretera. Con decirte que en las vallas de la carretera te piden que tengas al día la revisión tu bici ( no la del coche...)

Como alojamiento, escogimos un apartamento en la zona del Tarter.  Están ubicados al la orilla de la carretera y son apartamentos nuevos, así que están en perfecto estado. Por dentro están completamente equipados, tienen garaje y hasta nos prestaron un trastero para guardar la bici. La atención fue de 10, por lo que es un sitio 100% recomendable.

Algo que no sabíamos era que no nos funcionarían  los datos móvil. Ni pensé en ello, después de haber estado en Londres y que el roaming funcionara perfectamente y al mismo precio que aquí. Tampoco nos acordamos de sacarnos la tarjeta sanitaria europea, si te digo la verdad, ni caímos en que salíamos de España y los niños iban sin documentación ( solo tienen pasarporte y ni pensamos en cogerlos).Tenlo en cuenta, porque un accidente durante un paseo de montaña es algo corriente, una torcedura, una caída.  No está de más ir con todo previsto.

Una de nuestras excursiones fue a los lagos de Tristania. Es un recorrido más bien corto y sencillo, que te lleva por tres lagos de montaña. En el último de ellos puedes hacer piragüismo  y canoa.













También visitamos el valle de Inclés. Puedes hacer el recorrido por la carretera que atraviesa el valle, lo cual para nosotros  no tiene prácticamente atractivo, o por el borde de la montaña. Es un paseo agradable que no llega a una hora y con muy poca pendiente. Al llegar al final del valle puedes seguir montaña arriba, tienes varios refugios para visitar, volver por el mismo camino o coger un trenecillo eléctrico que te devuelve al inicio de la ruta.










Al final del camino, un poco montaña arriba, hay una pequeña cascada de muy fácil acceso. Nos costó arrastrar a Marcos hasta aquí arriba, así que la vuelta nos tocó hacerla en el trenecillo, que cuesta 3 euros por adulto y 2 euros por niño.


En Canillo, un pueblo cercano al Tarter, hay un mirador digno de ver, el Mirador Roc de Quer. Si lo miras desde abajo, ves la plataforma que sobresale de la roca y es impresionante. Desde arriba la vista es espectacular.








Los Pirineos están llenos de iglesias pequeñitas y muy antiguas. La de Sant Joan de Caselles, es románica, del siglo XI y XII y conserva dentro un Cristo en Estuco del siglo XII. Yo no soy muy de iglesias, pero solo de pensar que estos edificios conservan la historia de gran parte de la humanidad, que en sus bancos se han sentado personas de todo tipo a lo largo de los años, los  dota para mí de un encanto especial.




Me he dado cuenta  que me he dejado un par de fotos, como la del mirador, visto desde abajo y la del Cristo en Estuco, pero bueno, creo que por  hoy, ya tenemos bastante jejej. No te miento si te digo que no me cansaría de caminar por esos montes. La temperatura en pleno  agosto es super agradable, se respira tranquilidad, los ojos se te abren de tanto verde y tanto color. Siempre se nos hacen cortas nuestras vacaciones en los Pirineos, pero a quién no se les hacen cortas las vacaciones, sean dónde sean?




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